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Un amigo, un compañero, un ejemplo a seguir

Juan Valdez: cuando el servicio se siente y se practica


Se conocen como condiciones de los que militan en el Rotary Club (que tiene su raíz internacional y miles de clubes en todo el mundo), como entidad de servicio, el compañerismo, la capacitación, el compromiso, el altruismo y la solidaridad. No extraña, entonces, que se proclamen lemas como “hacer el bien sin mirar a quién” o “dar de sí antes de pensar en sí”, entre otros.
En nuestra ciudad tenemos tres entidades de esa rama. La de mayor data y de la que surgieron los sucesivos clubes ahijados es -a la vez- la de mayor historia entre las instituciones de servicio que ya transita su octava década: el Rotary Club de Villa María.
Cuando muchos adolescentes y jóvenes de nuestra historia contemporánea están sumidos en la desorientación y la incertidumbre, acuciados por los conocidos peligros que acechan la integridad social y familiar y la falta de modelos y ejemplos, la estructura del Rotary contempla la formación de quienes militan, según sus edades, en el Intercat y, el paso siguiente, el Rotaract. De esa vertiente hoy podemos exhibir, con legítima satisfacción, que se proyectan valores de incalculable futuro. 
Por su capacidad, por su apego a la fidelidad de todos aquellos postulados y por su don de gente, Juan José Valdez es, a los 30 años, un modelo para copiar. Dedicó toda su juventud al servicio de esos objetivos y presidió hasta aquí la agrupación rotaractiana.
Reparte su tiempo como docente capacitador de varias materias en su casa de barrio Ameghino, donde muchos estudiantes secundarios y universitarios abrevan permanentemente en sus conocimientos y guía, ya sea para el desarrollo curricular como para los exámenes a lo largo de sus carreras.
Ahora, en los umbrales de su inminente integración al cuadro superior del Rotary -del que alguien aventuró que un día no muy lejano podrá llegar a ser presidente y hasta gobernador de distrito y, por qué no, presidente a nivel mundial como ya hubo otro argentino- envió una carta al presidente de la institución Ricardo Mazzina (con quien aparece en la foto que ilustra esta nota) y cuya lectura exime cualquier otro comentario.
¡Qué falta le hacen muchos Juan Valdez al mundo! 

¡Hola, Ricardo! ¿Cómo está? Espero que muy bien.
Seguro se preguntará el por qué de este e-mail; pues aquí le doy la respuesta.
Resulta que limpiando archivos de la computadora he recuperado un documento muy significativo para mí y quería compartirlo con usted y, si le parece oportuno, con los demás. Es mi trayectoria por Rotaract. Lo he actualizado con el último año y refleja mi trabajo de 11 años en una institución que ha hecho de mí esto que soy.
Aunque no se refleje en todos por igual, Rotaract me permitió relacionarme con la sociedad, no era un autista ni un antisocial, pero la vida en el campo no me enseñó cómo enfrentarme a la realidad social. Con Rotaract aprendí a volar de una manera inexplicable y quizás ese sentimiento que se lleva aún en el corazón era el motor para que el resto pueda conocer esto, para que lo pueda vivir. No todos pueden percibir estas sutilezas y lo tildan a uno de fanático.
Hoy miro con nostalgia aquello bello que pasó y miro con expectativas lo que vendrá.
Varios amigos me preguntaron ‘¿Vas a seguir en Rotary?’ y mi respuesta es casi automática: ‘¡¡¡Sí!!!’. 
Cómo no he de querer estar en Rotary, si gracias a ustedes y a los que estuvieron conocí algo impensado en mi adolescencia. Cuando uno descubre el verdadero amor que puede brindar a través del servicio, recibe un llamado especial en el corazón a devolver parte del ciento por uno recibido.
Pido a Dios que me dé el tiempo y las energías necesarias para poder estar a las alturas de las circunstancias y no decepcionar a ninguno de ustedes.
Espero no haberlo molestado en su día, le mando un saludo y un abrazo muy grande y sincero. Juan José Valdez.



Nota publicada en El Diario, 22de abril de 2012

1 comentarios:

  1. excelente nota.. conozco a Juan hace un largo tiempo ya, te felicito Juan por tu sentido de humanidad, tu entrega... Que Dios t bendiga amigo....

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